11:11 Este número representa para algunas personas una extraña casualidad en busca de algo. Según la numerología, por ejemplo, este dígito abarca un código sincromístico, que se relaciona con la comunicación de un “todo “que busca abrir puertas en la conciencia y genética humana. En la Cábala el 11 es Kaf, la corona, y simboliza la autorrealización a partir de la voluntad. Podemos afirmar que el código encierra misteriosas coincidencias: el ciclo solar es de 11.1 años, la masa del agujero negro en el centro de nuestra galaxia gira en 11 minutos, el 1111 multiplicado por 1111 nos da la escala fractal 1234321.
En mi caso, es una relación de intentos de comunicación directa con el universo. En él, lo que busco es descifrar el mensaje que el instante 11:11 tiene preparado para mí, haciendo registro fotográfico diario de una sombra proyectada desde la ventana por una estructura creada a partir de ramas. La imagen proyectada es modificada por los movimientos de rotación y traslación de la tierra durante 100 días y por otros factores externos los cuales, contribuyen a la formación de una suerte de mensaje que intento decodificar.