En las paredes se pelean territorios. Los muros, son espacios en donde puede haber una contrahegemonía de discurso, allí se disputan la atención del caminante (o del internauta). Además, pueden ser espacios de reconstrucción de memoria. Sin embargo, hay una especie de repudio hacía el rayón que perturba la pasividad del muro ¿será el mensaje implícito el que intranquiliza? Desde hace algunos unos años estuve coleccionando algunas fotografías de graffitis (rayón político) y siempre pensé en recrearlos con luz, junto con su estética casual y urgida. Darle una segunda escena en donde se ponga en cuestión si lo que en verdad incomoda es la maldita pared pintada.

 

/* El 29 de agosto de 2019, las Fuerzas Militares de Colombia bombardearon un campamento de disidencias de la guerrilla de las Farc en una zona de San Vicente del Caguán (Caquetá), en donde había 8 niños. La respuesta del presidente de Colombia, Iván Duque, a un periodista que le pidió su opinión sobre el bombardeo fue “¿De qué me hablas viejo?”. En pocos días un profesor y querido amigo encontró en la ciudad de Popayán, capital del departamento del Cauca el graffiti: “Fueron niños, viejo”. */

 

No en vano, Popayán es nombrada como “La ciudad blanca” … ¿Un lienzo entero para el graffiti?

 

En “Esa maldita pared” se juegan la vida dos espacios, el muro en el espacio público de las ciudades y el muro en el espacio público de internet (Facebook). Aunque el graffiti de luz podría emplazarse en cualquier lugar, este espacio tiene una característica importante, es el muro del Centro Colombo Americano, en donde fueron censurados PowerPaola y Lucas Ospina en el marco 45 Salón Nacional de Artistas en el 2019 en la ciudad de Bogotá. El segundo espacio, el muro en Facebook, es activado con una acción por Facebook live. El graffiti está siendo grabado en vivo y el habitante de Facebook puede participar censurando (apaga el graffiti) o enunciando el mensaje (prende el graffiti) en tiempo real ingresando en un link. Aquí una reflexión que me interpela es sobre la complicidad o indiferencia ante la censura y ante el olvido.

Este juego de muro virtual y muro físico, traspasa. Une dos dimensiones y consolida un mensaje. Es un doble acto “vandálico”, un grito silente que resiste y cuyo eco puede ser la misma replica en la dimensión de la virtualidad.

 

/* “La denuncia insistente en la noche oscura por la memoria de aquellos que ya no pueden hablar, se constituye en un grito ahogado por la justicia que no llegó. Desde la ciudad se vislumbra esa luz con un mensaje que cala en la consciencia, por los inocentes caídos en la selva, con el único fin de no aceptar esa pérdida impune, dejando desnuda la postura infame de quién alguna vez dijo en tono de pregunta "¿De qué me hablas viejo?"” Diego Cruz */

 

“El graffiti en una pared, es recuperación de la palabra, no distorsiona la verdad. Un canalla, para serlo, no necesita de un muro. Puede serlo delante de un micrófono o detrás de una cámara de televisión.” Patricio Falconí

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Link

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Link de registro de primera acción:

Bogotá - Muro del Colombo Americano

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Link de registro de segunda acción:

Bogotá - Muro del Congreso de la república

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Link de registro de tercera acción:

Buenos Aires - Muro del Banco de la Nación

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Para preguntar sobre el funcionamiento completo de la obra contactar al artista:

infojohnmelo@gmail.com

Buen

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