“En vez de proyectarse hacia afuera, el sonido de mi voz pegó en el velo del paladar, rebotó hacia la garganta y resonó entre ambos en una y otra dirección. El eco era suave y musical, y parecía aletear dentro de mi garganta. El roce de las alas me apaciguaba. Seguí sus movimientos de ida y vuelta hasta que desapareció… Mi voz sonó como si me hallase hablando dentro de una bóveda”
(Castañeda C., 1968)
 

Totalidad es un proyecto de video experimental que parte como continuación de una investigación sobre geometrías precolombinas, sus lógicas constructivas, el goce estético por la forma o símbolo y su relación con la mística, así como el uso constante de la proporción áurea. Todo este recorrido me ha llevado a realizar un acercamiento mucho más profundo en cuanto a la relación con lo divino, desde mi punto de vista y con la aproximación al entendimiento de otras formas de percepción de la realidad. 
En un anterior estudio realizado entre el 2013 y 2015 analicé la relación entre forma y sentido de iconografías amerindias con su carga significante. El resultado estuvo ligado a patrones encontrados en dichas búsquedas, sustentadas en la evidencia visual rescatada por césar sondereguer en su texto “Diseño Precolombino”.

 

“De esta manera va surgiendo una semiótica trascendente plasmada en los Géneros plásticos. El arte, no premeditado como tal sino como volición mística, como obra de culto, será consecuencia de la inmanencia poética de la naturaleza humana” 
(Sondereguer C., 2000)

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Para este proyecto quise expandir ese conocimiento y me propuse la búsqueda de una propia iconografía que dé cuenta de esta indagación simbólica que empieza a tener una relación un tanto más íntima con mi ser, pero que no pierde o no se desliga de la lógica visual de los patrones encontrados en el estudio precolombino. Para lograr esto he recurrido a experiencias directas con enteógenos, en este caso específico; el yagé, en una serie de rituales con algunas personas sabedoras de la comunidad indígena kamëntša en Sibundoy, las veredas tamabioy y vichoy, en el alto Putumayo.

Las experiencias fueron variables, desde aprehensiones fuertes como el desprendimiento del ego, hasta pasajes surrealistas en donde el entendimiento escapa de toda lógica y empieza a construir o reconstruir nuevos escenarios en donde el cuerpo físico no juega un papel primordial. Así, los pasajes vividos despertaron en mí una suerte de intuición que parecía reconocer aquellas experiencias como parte de un orden o armonía presente en el ambiente y que, en algunos casos, parecía querer sacarme de mi mismo para arrojarme sobre una especie de sensación que para este proyecto llamaré “el todo” o “totalidad”. Uno de los aspectos más importantes en este proceso fue el reconocimiento de patrones geométricos encontrados en estas “pintas”, relacionanados con mi anterior búsqueda y que empiezo también a relacionar con las formas constructivas visuales en el proceder de los artesanos de Sibundoy, tanto en la actualidad como a través de anteriores trabajos escultóricos, como por ejemplo las máscaras ritualisticas.